lunes, 5 de julio de 2010
LA GRAN CAGADA DE VENECIA
Disculpen si les suena algo fuerte el titulo, pero la indignación que he sentido en mi pasado viaje a Venecia es digno de pronunciar esta frase y otras mucho peores, se lo aseguro.
Cientos, miles, millones de personas llegan cada día a Venecia cada día para disfrutar de su belleza, de su magia, y de sus monumentos, historias y leyendas.
Uno de los lugares inevitable y el cual atrae al mayor número de personas es el famoso puente de los sus suspiros donde se cuenta que es un lugar para los enamorados por los suspiros de amo,r cuando en realidad, el puente era en la antigüedad el paso de la sala de juicios a los calabazos y que los suspiros que allí se escuchaban no eran de enamorados sino de los presos que pasaban por el camino de los calabazos y los cuales suspiraban al ver a través de sus ventanas de piedra la luz del día, el mar, en resumen la libertad que se les había quitado y de la cual ya no podrían disfrutar.
Pues bien, Este lugar emblemático de Venecia ha sido ultrajado de una manera vil, increíble y asombrosa cubriendo su entorno, es decir los edificios que lo rodean, donde se podían ver las ventanas de las mazmorras y su parte superior con una espantosa publicidad de una marca de reloj. La decepción de las personas que llegan hasta allí para ver disfrutar de aquel lugar misterioso es imposible de explicar con palabras.
Pero, no se queda todo en esto, que ya sería suficiente motivo para indignarse, después te adentras en la famosa, romántica, y grandiosa Plaza de San Marcos, llena de solera y elegancia de sus edificios y te tropiezas de frente a ti con un enorme anuncio publicitario de una marca de ropa. ¿Comprenden ahora el porqué del título de este artículo?
A las autoridades de la ciudad, les diría que si necesitan dinero, tal vez es que no administran bien todo lo que debe entrar en la ciudad atraves del turismo, tal vez debían de ser reemplazados y a los habitantes de esa bella ciudad que no permitan este ultraje a la cultura y a la belleza de su ciudad.
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